lunes, 25 de noviembre de 2013

Vete demonio, vete

Desde el interior de mis carvenas, tortuosas y profundas, escondidas a todo ojo humano, mis demonios están saliendo de nuevo, siento como carroña silenciosa me devora y lo peor que no hago nada por evitarlo.
La realidad no concuerda con la expectación, la verdad no concuerda con los sueños, los deseos no concuerdan con los hechos.
Rezo, maldigo, pataleo, lloro, pego, pero mis plegarias no salen de mi habitación. Se han quedado mudas, nadie las escucha, y se quedan para alimentar de nuevo el dolor.
El invierno viene duro con su cizaña, me derrumbo, por mis imposibles y verdes praderas, el castillo de naipes, de cerillas que soy, se va a caer de un momento a otro.
Y sigo deseando lo indeseable, sigo rogando a un Dios plegarias que no se cumplen, el silencio es la respuesta, supongo que es por que lo que pido es volver al infierno del que salí, de la tumba que yo misma cavé para mi, de la oscuridad que dejé atrás, y la vida sigue.... lo único que sé es que tarde o temprano, deseo lo más tarde posible... que el mundo es un circulo y volveré a encontrar a mi demonio endemoniado...
Ahora me duele no quemarme con él.